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martes, 28 de agosto de 2012

Capítulo 5.


¿Qué es la oscuridad? ¿Es un vacio? ¿Es algo lleno de color negro? Igual es algo completamente distinto de lo que nos imaginamos, pero… ¿Tenemos todos el mismo concepto de oscuridad?
Cuando estamos en lugar cerrado, por más remoto que sea, siempre hay un destello de luz, así  que no es oscuridad. La oscuridad es cuando al cerrar los ojos sentimos que vemos la nada. A veces ese vacío es el que más te ayuda, porque en tu propia imaginación es el único lugar donde podrás estar solo para siempre.

-¡Klara!-una voz interrumpió mis pensamientos. Estaba medio dormida sobre los incómodos asientos de urgencias. Abrí los ojos y descubrí que la voz procedía de Helen.

-¿Qué tal esta Vest? ¿Que ha ocurrido?- cuando Dean me llamó fui para allá enseguida y ya habían pasado tres horas desde entonces.

-No lo sé Klara, no lo sé.-Helen se sentó a mi lado y se echó a llorar sobre mi hombro.- Estábamos en la discoteca tan tranquilas y –Hizo una pausa para coger aliento.- Vest empezó a vomitar y a convulsionar.-Soltó un llanto y me abrazo.- No se qué ha pasado.- Helen era la mejor amiga de mi hermana y el hecho de que estuviese tan mal es que de verdad estaba preocupada por ella. 

Un medico venia caminando por el pasillo hacia nosotras, nos levantamos antes de que el llegase.

-¿Es usted familiar de la señorita Bellard?- llevaba un informe en la mano y su rostro no demostraba nada de asombro, antes de que el pudiese decirme su diagnostica, supe que no era nada grave.

-Sí, soy su hermana.

-Su hermana ha sido intoxicada a base de un tipo de droga aun no identificada, posiblemente la-No le deje terminar la frase.

-...Droga es un tipo de producto químico que la sangre no detecta.- dije

El medico me observo asombrado. 

-Si esperan unos cuantos minutos más, podrá llevar a su hermana a casa.

Los minutos no pasaban, al principio pensaba que tan solo era que la noción del tiempo no se pasaba. Luego miré el reloj y vi que habían pasado más de dos horas. Me levanté y fui hacia la habitación 115 donde, en teoría, debería estar mi hermana. Abrí la puerta con cuidado y efectivamente, se encontraba pálida y tumbada encima de la cama, no tenía ningún cable conectado ni el suero puesto, fue algo que me alegró.

-Klara, ¿me ayudas a levantarme?- me miró feliz de verme.

-Sí, claro, ¿ya puedes marchar?
 
Me acerqué a su cama y la cogí con cuidado por el brazo.

-Sí, el médico acaba de salir, supongo que fue solo un susto.

Que la hubiesen drogado, sin saber quién y encima no hubiera rastro de ello, no era solo un susto, era algo serio pero preferí no asustarla, así que no dije nada y la acompañé hasta un taxi.

Al llegar a casa fuimos a su habitación. Cogí de nuevo mi pijama, me lo puse y me tumbé en su cama.

-No sé qué ha pasado.- Vest sollozaba sobre mi hombro, nunca la había visto llorar desde que nuestra madre entró en el hospital. Le acaricié el pelo y la intente tranquilizar.

-¿Estabas sola? 

-No.- tomó aire.- Estaba junto a Helen y luego no me acuerdo de nada, solo de abrir los ojos y ver a Dean en el hospital.

-Es cierto.- me quedé pensativa.- ¿Qué hacia Dean allí?

-Helen lo llamó, solo se sabía su móvil y el de Paul, pero al parecer Paul estaba en busca de Tom.- Se frotó la frente en señal de dolor.-  para hablar de… ¡es verdad!- Se levantó y se sentó mirándome.- ¿Qué tal con Tom?

-No me hables de ese, anda.- me reí.- me intento besar o bueno, me besó pero nada.- me reí.-

-Según Dean, él dice que estáis saliendo.

-¿A estas alturas no conoces a Tom? Alardea de todo, pero a mí no me gusta.-

Vest rodó los ojos y se volvió a tumbar en la cama, yo tumbé a su lado a la vez que apagaba la luz. Después de unas cuantas horas dando vueltas a varios pensamientos conseguí conciliar el sueño. Había sido un día demasiado largo para todos.

Mi hermana tuvo que hacer reposo varios días en casa, no me gustaba dejarla sola en aquel estado así que hice penitencia quedándome encerrada junto a ella. A lo largo de aquellos días muchos amigos de ella vinieron a verla, incluidos Paul, Dean y Tom.
 Intenté evitar a Tom todo el tiempo que estuvo en mi casa, y por muy cantoso que fuese, él no notaba que yo huía.

Eran escasamente las 12 del mediodía cuando sonó el timbre. Vest ya se había recuperado y estaba tomando algo con Helen, así que me tocaba a mí abrir la puerta. Me levanté del sofá dejando el periódico a medias de leer encima de la mesa, y fui hacia la puerta.

-¿Vamos a dar una vuelta?-

Era Judith con su gloriosa sonrisa. Acepté sin dudarlo dos veces, la ropa que tenia puesta no era muy elegante pero no tenía nada de malo para salir así que no me cambié. 

Cogimos su coche y fuimos hasta la cafetería donde siempre parábamos, cual sería nuestra sorpresa cuando no vimos a nadie allí ni ninguna luz. Me bajé del coche y me acerque a la puerta. Había un cartel escrito a mano y pegado por dentro.

-“CERRADO POR ASUNTOS PRIVADOS”- Judith leyó el cartel en voz alta.- ¿Qué crees que ha pasado?

-Ni idea pero tengo la sensación de que el tema de Adam tiene que ver en esto.- desde lo ocurrido con Vest no había seguido investigando en aquel caso, la televisión y demás medios de comunicación habían  cesado de dar aquella noticia, por lo que no me acordé de aquel tema. ¿Por qué dejarían de anunciar eso? Pensando bien aquello era muy sospechoso.

Mi amiga se dio  cuenta de mis pensamientos por lo que no se atrevió a interrumpirlos.

-Mejor voy a dar una vuelta.- hice una pausa.- necesito pensar.

No le di tiempo a que me contestara y me fui al parque de enfrente a pasear.

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