Alcé la vista hacia al letrero del restaurante, era verde
con letras grandes e iluminadas. Tomé aire y entré sin pensarlo dos veces, no
tenía nada que perder, era mi amigo y nada más.
La puerta se cerró haciendo eco de un sonido grave, y dos
chicos que estaban uniformados de camareros me miraron.
-Hola.- dije con todo de perdón a causa de aquel ruido.- ¿ha
llegado ya Tom Cloudstay?
Uno de los chicos asintió con la cabeza y me acompañó hasta
donde él se encontraba. No era la primera vez que veía a ese chico, si mal no
recordaba era amigo de Vest, aun así no me atreví a decirle nada.
El comedor tenía las paredes negras con cenefas naranjas y
blancas, iban a juego con el uniforme de los camareros. Las mesas tenían un
mantel de tela negro y sobre ellas un jarrón blanco con rosas rojas. Nos
acercamos a la mesa de Tom y el camarero se marchó.
-¡Wow! Que lujoso.- dije a la vez que me sentaba, estiré la
ropa que tenia puesta y me acerqué con la silla a la mesa.
-No te llevaría a un mal sitio.- Tom era el típico chico
tímido pero a la vez ligón por el cual, todas las chicas anda pilladas, yo nunca lo había visto de otra manera, o eso
creía.
Después de una cena perfecta, demasiado perfecta en mi
opinión, nos fuimos a su coche. Salimos a la calle y antes de subir al coche
una brisa de aire gélido me hizo tiritar. Él lo notó y pasó su brazo por encima
de mis hombros haciendo que su chaqueta negra de cuero me tapara un poco.
Subimos al coche sin decir nada, apoyé mi cuerpo hacia atrás
en el respaldo y miré a todas partes. Estábamos en un sitio que me sonaba, todo
estaba lleno de arboles y no había ningún coche o persona por ahí. Seguimos
manteniendo el silencio hasta unos pocos minutos después.
-Tápate los ojos-dijo mirando a la carretera.-quiero que sea
una sorpresa.
Me llevé las manos a los ojos y noté como a los pocos
minutos el coche paraba. La puerta del conductor se abrió por lo que pude
imaginar que ya se había bajado, en eso oí la puerta de mi lado, y una gélida
mano rozó mi brazo y me desabrochó el cinturón de seguridad. Me cogió
suavemente por la cintura y me bajó del
coche.
Al tocar el suelo, me agarró por la cintura con mucha
delicadeza. Tropecé con el suelo pero él me sujetó.
-Ya.- me apartó las manos de la cara.
Aquel lugar era tan asombroso, no había ni una sola luz que
estorbase, todo estaba oscuro, lo único que se veían eran las millones de
estrellas. Miré al suelo, era césped, así que me senté y contemplé el paisaje, era
precioso.
Tom se sentó a mi lado y volvió a pasar su brazo sobre mis
hombros, apoyé mi cabeza sobre su hombro y cerré los ojos. De nuevo note su
tacto frio, esta vez acariciando mis mejillas. No abrí los ojos pero algo me
hizo estremecer, el roce de sus labios en mi mejilla. No era la primera vez que
me besaba en la mejilla pero algo me decía que esto sería distinto. Sus labios
descendieron hasta los míos y tras varios segundos vacilando, me besó. No fue
un beso de estos de película donde la chica nota que el mundo gira y todo lo
que está ocurriendo en ese instante es como un sueño del que nunca quiere
despertar, nunca me había gustado Tom y seguiría siendo así, pero por miedo a
perder mi relación amistosa con él, no dije nada. Me quedé inmóvil y él tomó
eso como una señal para continuar, se acercó más a mí y siguió besándome
mientras se quitaba la chaqueta. En ese instante supe que si no decía nada
acabaría todo muy mal.
-No Tom.- pronuncié en sus labios.
-¿Qué pasa?- preguntó mientras se separaba de mí.
-Me encuentro mal, creo que tengo gripe o algo, debería ir a
casa.- Era la excusa más cutre pero la única que se me ocurría, tan solo quería
marchar de allí.
No dijo nada, lo cual me preocupó, se puso la chaqueta y se
levantó. Me tendió una mano para ayudarme a levantarme y fuimos hasta el coche.
Otra vez estuvimos sin decir nada en el coche. Llegamos a
casa y me miró.
-Espero que te mejores.- volvió a acariciarme la mejilla
apartando un mechón de pelo. Se inclinó hacia delante con las intenciones de
volver a besarme, pero me aparté.
-No quiero contagiarte algo.- intenté sonreír mientras decía
aquello.
Él se rio y me dio un beso en la mejilla. Bajé del coche y
fui hacia casa.
Abrí la puerta y subí rápidamente las escaleras
-¿¡Vest!?- grité a la vez que entraba en mi habitación
No se oyó nada, pero no me preocupé, mi hermana tenía un sueño
muy profundo por lo que quizás estuviese ya dormida. Al terminar de ponerme el
pijama fui al baño a lavarme los dientes, pasando por la habitación de Vest. Para
mi sorpresa no había nadie en su habitación, la cama estaba todavía hecha, por
lo que no había pasado por casa, y todo estaba en su sitio, sus zapatillas y su
pija estaban allí tendidos sobre la cama, sin una sola rugez.
Cambié mi rumbo y di la vuelta en busca de mi bolso para
sacar mi móvil, no tenía ni una llamada ni un mensaje de ella, eso fue lo que
más me asusto, Vest siempre me avisaba si iba a llegar más tarde de la cuenta.
Así que sin dudarlo, la llamé.
-¿Quién?- respondió al teléfono una voz que no era la de mi
hermana.
-¿Está Vest?
-¿Klara? ¿Eres tú?
-Si ¿Quién eres?- la voz me sonaba, era demasiado familiar
pero no caí en quien era. Normalmente podría haberlo adivinado sin haber, ni
siquiera, llamado pero estaba muy preocupada por si algo le había pasado.
-Soy Dean, estoy en el hospital, tu hermana está ingresada.
El shock en el que entré fue tan increíble que por poco me
desmayo, tome aire y decidí no seguir la conversación, colgué el teléfono
dejando al pobre chico con la palabra en la boca y fui a mi habitación. Me cambie
de nuevo de ropa, no sabía que había ocurrido y si estaba muy grave o no, pero
no me apetecía pensar en nada de eso, quería verla ya. Inmediatamente llamé a
un taxi para ir hacia allí.
Muy, muy buen capitulo, me encanta cm escribes sigue asi. ¿Pa cuando elproximo? no qeuro meterte prisa pero es q me dejaste super intrigada
ResponderEliminarBesos(L)
muchisimas gracias!!! jajaja pues espero subirlo o el domingo o el lunes! jajajaja
EliminarMuchas gracias por todo, de nuevo
Besos♥
Me Gusto los Capitulos Klara
ResponderEliminarGracias! hoy de noche subo el quitno capítulo (:
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