¿Qué es la oscuridad? ¿Es un vacio? ¿Es algo lleno de color
negro? Igual es algo completamente distinto de lo que nos imaginamos, pero…
¿Tenemos todos el mismo concepto de oscuridad?
Cuando estamos en lugar cerrado, por más remoto que sea,
siempre hay un destello de luz, así que
no es oscuridad. La oscuridad es cuando al cerrar los ojos sentimos que vemos
la nada. A veces ese vacío es el que más te ayuda, porque en tu propia
imaginación es el único lugar donde podrás estar solo para siempre.
-¡Klara!-una voz interrumpió mis pensamientos. Estaba medio
dormida sobre los incómodos asientos de urgencias. Abrí los ojos y descubrí que
la voz procedía de Helen.
-¿Qué tal esta Vest? ¿Que ha ocurrido?- cuando Dean me llamó
fui para allá enseguida y ya habían pasado tres horas desde entonces.
-No lo sé Klara, no lo sé.-Helen se sentó a mi lado y se
echó a llorar sobre mi hombro.- Estábamos en la discoteca tan tranquilas y
–Hizo una pausa para coger aliento.- Vest empezó a vomitar y a convulsionar.-Soltó
un llanto y me abrazo.- No se qué ha pasado.- Helen era la mejor amiga de mi
hermana y el hecho de que estuviese tan mal es que de verdad estaba preocupada
por ella.
Un medico venia caminando por el pasillo hacia nosotras, nos
levantamos antes de que el llegase.
-¿Es usted familiar de la señorita Bellard?- llevaba un
informe en la mano y su rostro no demostraba nada de asombro, antes de que el
pudiese decirme su diagnostica, supe que no era nada grave.
-Sí, soy su hermana.
-Su hermana ha sido intoxicada a base de un tipo de droga
aun no identificada, posiblemente la-No le deje terminar la frase.
-...Droga es un tipo de producto químico que la sangre no
detecta.- dije
El medico me observo asombrado.
-Si esperan unos cuantos minutos más, podrá llevar a su
hermana a casa.
Los minutos no pasaban, al principio pensaba que tan solo
era que la noción del tiempo no se pasaba. Luego miré el reloj y vi que habían
pasado más de dos horas. Me levanté y fui hacia la habitación 115 donde, en teoría,
debería estar mi hermana. Abrí la puerta con cuidado y efectivamente, se
encontraba pálida y tumbada encima de la cama, no tenía ningún cable conectado
ni el suero puesto, fue algo que me alegró.
-Klara, ¿me ayudas a levantarme?- me miró feliz de verme.
-Sí, claro, ¿ya puedes marchar?
Me acerqué a su cama y la cogí con cuidado por el brazo.
-Sí, el médico acaba de salir, supongo que fue solo un
susto.
Que la hubiesen drogado, sin saber quién y encima no hubiera
rastro de ello, no era solo un susto, era algo serio pero preferí no asustarla,
así que no dije nada y la acompañé hasta un taxi.
Al llegar a casa fuimos a su habitación. Cogí de nuevo mi
pijama, me lo puse y me tumbé en su cama.
-No sé qué ha pasado.- Vest sollozaba sobre mi hombro, nunca
la había visto llorar desde que nuestra madre entró en el hospital. Le acaricié
el pelo y la intente tranquilizar.
-¿Estabas sola?
-No.- tomó aire.- Estaba junto a Helen y luego no me acuerdo
de nada, solo de abrir los ojos y ver a Dean en el hospital.
-Es cierto.- me quedé pensativa.- ¿Qué hacia Dean allí?
-Helen lo llamó, solo se sabía su móvil y el de Paul, pero
al parecer Paul estaba en busca de Tom.- Se frotó la frente en señal de
dolor.- para hablar de… ¡es verdad!- Se
levantó y se sentó mirándome.- ¿Qué tal con Tom?
-No me hables de ese, anda.- me reí.- me intento besar o
bueno, me besó pero nada.- me reí.-
-Según Dean, él dice que estáis saliendo.
-¿A estas alturas no conoces a Tom? Alardea de todo, pero a mí
no me gusta.-
Vest rodó los ojos y se volvió a tumbar en la cama, yo tumbé
a su lado a la vez que apagaba la luz. Después de unas cuantas horas dando
vueltas a varios pensamientos conseguí conciliar el sueño. Había sido un día
demasiado largo para todos.
Mi hermana tuvo que hacer reposo varios días en casa, no me
gustaba dejarla sola en aquel estado así que hice penitencia quedándome
encerrada junto a ella. A lo largo de aquellos días muchos amigos de ella
vinieron a verla, incluidos Paul, Dean y Tom.
Intenté evitar a Tom
todo el tiempo que estuvo en mi casa, y por muy cantoso que fuese, él no notaba
que yo huía.
Eran escasamente las 12 del mediodía cuando sonó el timbre.
Vest ya se había recuperado y estaba tomando algo con Helen, así que me tocaba
a mí abrir la puerta. Me levanté del sofá dejando el periódico a medias de leer
encima de la mesa, y fui hacia la puerta.
-¿Vamos a dar una vuelta?-
Era Judith con su gloriosa sonrisa. Acepté sin dudarlo dos
veces, la ropa que tenia puesta no era muy elegante pero no tenía nada de malo
para salir así que no me cambié.
Cogimos su coche y fuimos hasta la cafetería donde siempre
parábamos, cual sería nuestra sorpresa cuando no vimos a nadie allí ni ninguna
luz. Me bajé del coche y me acerque a la puerta. Había un cartel escrito a mano
y pegado por dentro.
-“CERRADO POR ASUNTOS PRIVADOS”- Judith leyó el cartel en voz
alta.- ¿Qué crees que ha pasado?
-Ni idea pero tengo la sensación de que el tema de Adam
tiene que ver en esto.- desde lo ocurrido con Vest no había seguido
investigando en aquel caso, la televisión y demás medios de comunicación
habían cesado de dar aquella noticia,
por lo que no me acordé de aquel tema. ¿Por qué dejarían de anunciar eso?
Pensando bien aquello era muy sospechoso.
Mi amiga se dio cuenta
de mis pensamientos por lo que no se atrevió a interrumpirlos.
-Mejor voy a dar una vuelta.- hice una pausa.- necesito
pensar.
No le di tiempo a que me contestara y me fui al parque de
enfrente a pasear.
Me encantaaaaaa:):):):):)
ResponderEliminarAdoro tu blog:D
Besos:)